La obra supera propiamente lo escultórico para convertirse en
un verdadero escenario en donde se mezcla arquitectura, escultura, pintura y
luz.
La obra está inspirada en el relato escrito por
Santa Teresa de Ávila, en un
arrebato místico, sintió cómo un ángel se le aparecía en sueños y le atravesaba el pecho con una
flecha de amor divino que le provocó una sensación de dolor y gozo simultáneo
que la dejó desfallecida y suspendida en el aire,
levitando sobre las nubes.
Las
sensaciones del éxtasis, la turbación y agitación del momento, presentan a Santa
Teresa desmayada, con los ojos cerrados
y a pesar de todo esto con una gran expresividad de placer.
En el brazo derecho, el ángel porta la flecha
de amor, de dolor y gozo simultáneo. Este acentúa el cruce de diagonales, al contraponer la saeta
con las potencias traseras.
Felicidades a todas las Teresas en el día de su onomástica.
Mi regalo: Os sugiero una práctica de "Il dolce far niente", un estado contemplativo inmerso en el placer.
Nota- Y si no te llamas Teresa, también.