Era un día claro de junio, con las cunetas
rebosantes de lechosas reinas de los prados y el aire cargado de todos los
perfumes del verano. Era un día de especial esplendor y, a pesar de que había
estado allí tantas veces y con tan distintos estados de ánimo, fue aquella
primera visita la que mi corazón evocaba ahora, en la última, el esplendor
excepcional de sus días de verano — como, por ejemplo, aquél—, cuando los
castaños estaban en flor y las campanas repicaban claras y sonoras sobre los gabletes
y las cúpulas, exhalaban la suave atmósfera de siglos de juventud.
Sort en la propera cursa, la selectivitat, de segur que serà tan brillant com el teu últim resultat.

Sort en la propera cursa, la selectivitat, de segur que serà tan brillant com el teu últim resultat.
A tu et dedique aquest quadre de Reni, el meu preferit al Prado
que simbolitza la cursa cap a la Victoria. Alerta en les banalitats encara que siguin d’or.
La música de Niccolò jommelli y les paraules
de Evelyn Waugh.