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| La incredulidad de Santo Tomás. Museo de Historia del Arte de Viena. |
el 3 de enero de 1699.
Mostro un gran interés durante toda su vida por todo lo relacionado con Caravaggio.
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| La incredulidad de Santo Tomás. Museo de Historia del Arte de Viena. |
No creo que haya que remontarse al inicio de los tiempos para que el ser humano sea incrédulo (ver y tocar).
ResponEliminaTanto martirio me agota, soy tan banal que la coquetería, por ejemplo, de Fragonard deleita mis picarones sentidos.
Como siempre acertada elección Vicino ...
Estimada María, el rococó no creo que forme parte de lo banal, mas bien es una aceleración de las formas reservada para cierta élite.
ResponEliminaLo importante es disfrutarlo, y para ello comprenderlo, suerte la tuya pues es un estilo para minorías, yo comparto tu gusto.
Baci cara.
Buona notte ...
ResponEliminaAl despertar hoy no he podido evitarlo, quería matizar mi primera apreciación.
ResponEliminaSe que el significado de banal no corresponde a mi pretensión para definir esta opinión. Soy banal en cuanto me gusta la frescura, picaresca, alegría, sentido oculto o frustrado de una emoción, la luz ... esa es lo que pretendía explicar.
Me encanta que compartas mi opción pictórica, muackssssss
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